TALLER DE ESCRITURA

REDACCIÓN

(150 pal. o +)

Es una historia irreal pero bueno, espero que os guste:

Marcos y Olivia juntos.

       Era sábado 10 de Agosto por la noche, mi hermana y yo vimos como nuestros padres se fueron de casa sin nosotros. Pensamos que cuando nos levantemos de la cama por la mañana, estarán allí, preparando nuestros desayunos, pero no fue así como lo pensamos, estábamos solos. Así, que nos apañamos con unas galletas y un batido de chocolate.

Este cuadro está hecho por Arturo Redondo

       Al rato de estar jugando solos en casa y como no veíamos a nadie que venía, salimos a la playa y por suerte, estaba un  hombre vendiendo comida y le pedimos un poco, el hombre nos dio. Nos la comimos tumbados en la arena. Toda la tarde la pasamos jugando en la orilla, cuando una chica, preocupada, nos preguntó que dónde estaban nuestros padres, le dijimos que no que no lo sabíamos. Ella, llamada Teresa, nos acompañó fuera de la playa. Teresa nos preguntó que cómo eran nuestros padres y empezó a buscar, pero no los encontró. A mi hermana Olivia, le dio un helado y nos dijo que no podía dejarnos                             solos, y como no encontraba a nuestra madre ni a nuestro padre ni tampoco nos sabíamos el número de teléfono, nos llevaría a su casa, ya que se encuentra sola con su perro Duque. Nosotros aceptamos sin pensarlo dos veces.

       Al llegar a su casa, abrió una puerta donde daba lugar a una habitación blanca con dos camas. Nos enseñó la casa y cogió su bolso para irnos de compras.

       Todavía seguimos con ella. Yo tengo ahora 12 y mi hermana 8 años, vamos al mismo colegio y nos gusta decir que Teresa es nuestra madre, pues ella nos sacó de un apuro.

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