miércoles, 5 de junio de 2013

Actividades divertidas para desarrollar tu imaginación.

1. Se dictata este dictado sobre el androide XC43 y se imagina cómo sería el androide XC44 añadiendole algunas cosas más.

El androide XC43 tiene un cuerpo brillante de color dorado que hace que los rayos del sol se reflegen en su pecho. Su cabeza es cuadrada y tiene dos antenas en su parte superior que le permiten comunicarse por radio con su amo y recibir señal Wifi.

Es un excelente equipo de música ya que tiene incorporado junto a su ombligo una entrada para CDs. Cuando se le mete una película de DVD, es capaz de proyectar las imágenes como si fuera un cine ambulante a través de sus ojos.

Se mueve gracias a un sistema de ruedas unidas entre sí, que permiten girar e incluso subir escaleras cuyos peldaños no superes los 10cm de altura.

(Yo le he añadido altavoces en los mofletes y un carro para llevar como máximo 4 personas)

2.Imagina que un amigo te invita a su casa a ver una película que no está permitida para menores de 18 años (Paranormal Activity 4 por ejemplo) y tú eres menor de 18 años, pero tus padres no conocen a tu amigo. ¿Cómo convencerías a tus padres para que te dejaran ir? Ten en cuenta que no tienen que saber que vas a casa de ese amigo, tienes que convencerles de que ese amigo es muy bueno y que no se deben de enterar que vas a ver esa película. 

Hijo/a: -Voy a dar una vuelta con mis amigos, ¿Vale?

Padre: -¿Con qué amigos?

H: -Con Pedro, Adrián, Marina y Sofía.

Madre: -¿Quién es Pedro?

H: -Es un niño nuevo en clase, es muy simpático.

P: -No será un golfo ¿no?

H: -¡Qué va! Es muy educado, gracioso, buen compañero, buen estudiante... ¡Todos le tenemos envidia!

M: - Tendré que conocerle ¿No crees?

H: -Pero en otro momento, porque tengo prisa y llego tarde.

M: -Por cierto, ¿a dónde vas?

H: -Al parque.

P: -Está bien adiós...

H: -¡Adiós!

P: -¡Espera, espera! ¿Sabes su número de teléfono?

H: -No, no tiene teléfono.

M: -¿Y el de sus padre?

H: -Si, pe...

P: -Pues dárnoslo.

H: -Si, pero están de viaje. La hermana mayor está a cargo. El teléfono de ella no lo se, pero el de la casa si. Aún así no sreviría de nada, porque no vamos a estar en casa...

M: -Ya, pero tú si tienes móvil. Así que llévatelo por si a caso.

H: -Eso significa que...

P: -A las 10 de la noche estás aquí ¿Entendido?

H: -Si. ¡Adiós!

P y M: -Adiós...

3. Cada alumno/a de la clase dice una palabra. Todas se apuntan en el cuaderno personal de cada niño/a. Se forman grupos de 3 o 4 personas y con esas palabras tienen que elegir 13. Con las palabras, se tiene que hacer una historia de como mínimo 80 palabras.

caballo - dictado - ordenador - correr - pony - oxígeno - onomatopeya - xilófono - excesivo - hígado - taxista - hexágono - teléfono - televisor - Chopped* - bombona - Alzeimer - a través - ayuda - vehículo - esternocleidomastoideo - intoxicación - coballa - semáforo - collage - chaquetero - exalumno - cubo - maíz - elefante - elicóptero -otorrinolaringólogo - Cobadonga - magnetismo - obviar - trono - astigmatismo - tronete* - espegisno - búho - centollo - bogabante - donde.

Los * son las palabras que hemos añadido en nuestro diccionario de la clase.

POR CULPA DE UN BÚHO...

Era una preciosa tarde soleada a las 18:00 horas en los preciosos lagos que parecían espegismos de Cobadonga. Se podía respirar un oxígeno puro y limpio. Allí se podía correr libremente y disfrutar de la vida.

Un hombre llamado Pedro, paseaba tranqulamente en su caballo, que junta a él, había un pony que llebaba encima al hijo del hombre, llamado Alejandro.

Los dos se detuvieron delante de un campo inmeso de maíz:

 -¡Qué rápido han crecido!- exclamó Pedro.
 -Dentro de nada tendrás que recogerlos. Yo quiero recogerlas contigo, pero... Tengo clases en el pueblo de Cádiz.
 -Oye, hace tiempo que no me paso por Puerto Real a visitar a mi familia, ¿va todo bien por ahí?
 -Que yo sepa, si. Estoy sacando muy buenas notas.
 -¿Si? ¿A qué colegio vas?
 - A el Juan XXIII.
 -Pues yo era un exalumno de ese colegi, hasta que me mudé. Todos mis amigos me regalaron una cartulina con todas las firmas de mis compañeros y profesores y que ponía: "Te queremos, Pedro".

El escandaloso ruido de un elicóptero interrumpió la conversación:
 -¿Otro? ¡No paran de pasar por aquí estos elicópteros!- dijo extrañado Alejandro.

De repente, se escucharon disparos de los cazadores.

 -¡Corre! ¡Son los cazadores! No queda otra opción que ir a través del campo de maíz.

 -¿Qué pasa si no lo hacemos?
 -Pues que podrían dispararnos por error.

Los dos salieron corriendo, Pedro con el caballo y Alejandro con el pony.

A mitad del camino, el pony se detubo y el caballo siguió a delante:
 -¡Espera! ¡Estoy aquí! ¡El pony no quiere andar!- dijo Alejandro mientras que le pegaba unas patadas con el talón al pony.

El pony salió corriendo, pero en otra dirección. Alejandro estaba asustado, pero que muy asustado. ¡Se estaba saliendo del campo de maíz!

Al fondo se veía el bosque. Estaba anocheciendo.

En el interior del bosque, un búho pasó por delante del pony. Él se asustó y tiró a Alejandro. Al caer, se dobló el tobillo... ¡No podía levantarse!

Se hizo de noche y pensaba en el bogabante que iba a traer la abuela, pues le estaba entrando hambre.

Unos minutos después, apareció un cazador con su pony. Tenía dos perros que le olfateaban sin parar:

 -Venga, ya puedes levantarte.- dijo el cazador.
 -Es que no puedo. Me duele el tobillo.- rechistó Alejandro.

El cazador le cogió en brazos y lo subió al pony.

 -¿Sabes dónde está tu casa?- preguntó el cazador.
 -Si, pero desde aquí no se. Necesito ir al campo de maíz.

El cazador lo llevó al campo de maíz encantado.

Una vez allí, Alejandro guió al cazador hasta su casa, donde le vendaron el tobillo e invitaron a cenar al cazador.

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